Con su uso, nuestros equipos de trabajo o de uso doméstico pueden mostrar cierto deterioro o irregularidades en su funcionamiento. Y, mientras que estos errores de software pueden ser un dolor de cab... [ Continuar leyendo ]
09/04/2024
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Con su uso, nuestros equipos de trabajo o de uso doméstico pueden mostrar cierto deterioro o irregularidades en su funcionamiento. Y, mientras que estos errores de software pueden ser un dolor de cabeza si no los entendemos bien, es mínimamente necesario poder identificarlos para saber cómo resolverlos.
Por más que cada computadora es un mundo -al igual que quienes las operan-, desde la experiencia podemos adivinar que tu ordenador averiado podría padecer de alguno de estos errores más comunes.
En un momento de apuro tenés que iniciar la computadora para gestionar algo, pero el tiempo pasa cada vez más rápido y el logo de Windows demora cada vez más en irse. Para rematar, la respuesta que otorga la pantalla a tu cara preocupada es “Esto puede demorar unos minutos". ¿Por qué toma más tiempo encender la computadora que usarla?
En primer lugar, puede ser que el mero uso y consecuente desgaste con el correr del tiempo sea un factor para tener en cuenta. ¿Hace cuánto que usas el mismo equipo? Y, lo más importante: ¿cuál es el mantenimiento que le has dado? En nuestro taller de mantenimiento de hardware podemos ayudarte a salvar y/o recomponer tu equipo.
Por otro lado, existen otras soluciones que pueden estar más a tu alcance:
Deshabilitar el inicio automático en ciertos programas
Prendés la computadora, demora más de lo necesario y encima se abren programas que no pensabas utilizar en ese momento… tu humor pasa de mal a peor. ¿Has intentado quitar el inicio automático desde la configuración de cada una de las aplicaciones? Quizás eso haga el proceso de inicio más ágil para Windows y te veas menos bombardeado por ventanas cada vez que vas a usar tu equipo.
Eliminar los programas o archivos que consideras inútiles o chatarra
Muchas veces instalamos programas que luego quedan en desuso, pero que, sin notarlo, son una carga para nuestro ordenador en términos de espacio y de rendimiento.
Hablando de espacio: chequea tu disco duro
Un disco lleno no es un disco feliz. Si tus archivos se albergan en un disco mecánico, quizás sea necesario que lo desfragmentes y te cambies a uno de estado sólido, que es mucho más rápido. Como se trata de un procedimiento un poco más complejo, no dudes en consultar por nuestro taller de mantenimiento y reparación de hardware.
¿Cómo estamos de virus?
No le decimos malware porque sea bueno, precisamente. Asegurate de tener un antivirus efectivo y de estar al tanto de qué ocurre en el sistema operativo de tu ordenador.
Además de esperar 5 minutos para comenzar a utilizar tu computadora, también tenés que esperar para abrir Chrome… okey, esto es grave. Para que usar tu equipo no sea tan estresante, esto es lo que podés hacer:
Cerrar ventanas o aplicaciones en segundo plano
El uso del ordenador lo va desgastando y, consecuentemente, enlenteciendo, eso ya lo sabemos, pero ¿has chequeado cuántas aplicaciones o ventanas están funcionando en simultáneo? Cerrar alguna que otra puede aliviar un poco a tu RAM.
También podés ir un paso más allá y abrir el administrador de tareas haciendo click derecho en la barra de tareas que se ubica en el borde inferior de la pantalla -ese espacio donde ves los íconos de las aplicaciones que estás usando-. Cuando veas una lista desplegada, seleccioná la opción “Administrador de tareas” y se iniciará la aplicación; allí podrás cerrar algunas aplicaciones que enlentecen al ordenador por más que no las estés usando. Te recomendamos que busques más en profundidad cómo usar la herramienta para que la entiendas con mayor profundidad y sepas explotar su potencial.
Además, también podés cerrar aplicaciones que funcionan en segundo plano desde la barra de tareas: en el rincón derecho de la pantalla vas a encontrar una pequeña flecha apuntando hacia arriba. Al seleccionarla, podrás observar algunos íconos que conoces; son aplicaciones que están funcionando sin que las uses. Con un click derecho sobre la aplicación que deseas cerrar debería ser suficiente para poder seleccionar esa opción y resolverlo.
Cambios en el disco duro
Como ya mencionamos anteriormente, liberar espacio en el disco es una opción que suele resolver la lentitud en el ordenador. También, probá con desfragmentarlo para que el disco duro funcione de forma más fluida o, mejor, cambia a un disco de estado sólido.
Cambiá de memoria RAM
Quizás tu equipo ya haya pasado por mucho y necesite un cambio. Este componente es el que almacena datos de uso inmediato que garantizan el funcionamiento fluido de tu computadora, lo que lo hace esencial. Si tu equipo ya tiene bastante tiempo de uso, entonces quizás debas cambiar la memoria RAM por una de igual capacidad o por una un poco mejor -y, sí, también podés consultar nuestro taller para eso-.
Escaneá por virus
Como ya sabemos, los virus o el malware son sumamente dañinos en términos de seguridad y de rendimiento. ¿Por qué no ejecutas un escaneo? Nunca se sabe lo que podés encontrar.
Actualizá Windows
¿Estás usando la última versión de Windows? Confirmá tus sospechas buscando “Windows Update” en la barra de tareas (también podés hacerlo presionando el botón ? Win en tu teclado y escribiendo directamente).
Si tenés la opción de actualizar el sistema operativo, quizás eso lo resuelva. Contrariamente, si el malestar en tu computadora concuerda temporalmente con alguna actualización puntual, quizás debas volver a una versión anterior de Windows en la que todo funcionaba correctamente.
Los pop-ups o ventanas emergentes son ventanas que se abren automáticamente desde los navegadores de internet como Chrome o Edge. A veces puede tratarse de simples notificaciones de redes sociales, pero otras veces pueden incluso tratarse de estafas -no, lamentablemente no ganaste una suma interesante de dinero por casualidad-. Para protegerte de contenido que no quieres recibir o que podría dañarte, intentá con algunas de estas opciones:
Configurá las ventanas emergentes
Generalmente, podés identificar cuáles son las páginas que están habilitadas para mostrarte ventanas emergentes desde el mismo navegador que usás. Desde sus respectivos paneles de configuración (que usualmente se identifican con tres puntos verticales ubicados en la parte superior derecha de la pantalla), deberías poder encontrar la opción para desactivar las ventanas emergentes de las páginas web específicas que desees.
Para un tutorial más específico, te recomendamos buscar “cómo desactivar ventanas emergentes” en Internet y encontrar el que concuerde con el navegador que utilizas, ya que todos difieren un poco entre sí y el proceso puede ser un poco confuso.
Filtrá con tu antivirus de confianza
Algunos sistemas de antivirus te permiten activar o desactivar las ventanas emergentes de ciertos sitios web en específico y ayudan a identificar cuáles de ellas pueden tratarse de estafas o provenir de virus o sitios maliciosos.
¿Te quedas esperando a que la pantalla de tu computadora muestre su imagen y no sucede? Quizás tengas uno de los siguientes problemas:
Monitor desconectado
Es un poco vergonzoso perder la cordura porque la computadora no enciende y darse cuenta de que el cable estaba haciendo falso contacto, pero ¿no es mejor eso que otra cosa más grave? Chequeá que el cable que conecta tu ordenador con el monitor que uses esté conectado correctamente y que esté sano.
Revisá la memoria RAM
Una mala colocación o la incompatibilidad de tu memoria RAM en la placa madre de tu equipo puede provocar que tu pantalla no muestre imagen. Podés consultar con nuestro taller de mantenimiento y reparación de hardware para realizar un diagnóstico exacto.
Revisá la tarjeta gráfica
La tarjeta gráfica se encarga de renderizar las imágenes que muestra la pantalla y está conectada a la placa madre. A veces, estas conexiones pueden soltarse y así demostrar errores. Podés ajustar la placa madre por tu propia cuenta o bien traer tu ordenador a nuestro taller.
Si al iniciar tu computadora, la pantalla muestra un color azul, letras blancas y una carita triste, entonces eso puede significar muchas cosas.
En primer lugar, es necesario identificar el problema desde la raíz: puede haber errores de controladores, fallas de sistema, problemas de hardware u otros. Pero esto no es algo que Windows nos anuncie claramente y a la primera, ya que se trata de un problema complejo.
Te recomendamos iniciar el ordenador en modo seguro y restaurar una versión del sistema que funcione correctamente. Si nada funciona, seguramente debas realizarle un diagnóstico profesional.
Te sentás en tu silla de computadora, apretás el botón de inicio confiando en que vas a usar tu computadora como siempre y… ¡¿Y ahora?!
Si el procesador central no parece encender, lo que podés hacer en primer lugar -además de guardar la calma- es chequear la conexión de tu computadora a la corriente. Si el cable está mal conectado o dañado o si la fuente de energía no funciona, ese puede ser el mejor escenario posible.
Por otro lado, si todas las conexiones están en orden al igual que las entradas de energía, entonces hay algunos componentes que pueden estar fallando:
La memoria RAM y el procesador
Como ya mencionamos, la memoria RAM y el procesador son súper importantes, por lo que es necesario asegurarse de que estén bien conectados a la placa madre -especialmente si son componentes que acabas de cambiar o conectar-.
Con el procesador, específicamente, es necesario que te fijes en la pasta térmica. Este material evita el sobrecalentamiento y es bastante normal que necesite un cambio cada 2 a 5 años, dependiendo de su calidad. Para hacer este tipo de mantenimiento, lo mejor que podés hacer es traerla al taller de mantenimiento y reparación de hardware en Infoke.
Llamamos pérdida de información cuando hay archivos a los que el ordenador no puede llegar. Desde fotos de perros tiernos hasta documentos importantes, la pérdida de archivos es reflejo de un problema interno en tu computadora que debes resolver cuanto antes.
Generalmente, podemos pensar que estos incidentes se deben a malware, pero en realidad no es tan así; los archivos perdidos en un disco duro tienden a darse por averías físicas o un error humano.
Las averías físicas pueden darse por picos de tensión eléctrica que dañen los equipos o por el mero uso del dispositivo.
Asimismo, recomendamos chequear por posibles virus con tu antivirus de confianza.
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